Erick Foronda: Soy agente de la CIA
Un agente de la CIA de EEUU se convirtió en la pieza clave del régimen de Jeanine Áñez. La exministra del gobierno de facto, Roxana Lizárraga ,contó sobre la personalidad manipuladora de ese agente, cómo intentó armar un Ministerio de Comunicación paralelo, su influencia con la autoproclamada y sus férreos vínculos con Arturo Murillo, hoy caído en desgracia acusado de soborno y lavado de dinero.
El reconocido periodista estadounidense Jon Lee Anderson visitó el país para escribir un reportaje publicado en la revista The New Yorker, titulado “La caída de Evo Morales”. En ese texto, relata la entrevista con Áñez y habla del secretario privado de ésta, Érick Foronda, que se presentó como “agente de la CIA”, escribió Lee Anderson en su reportaje.
“Cuando Áñez y su séquito llegaron, un soldado y un guardaespaldas vestido de civil asumieron posiciones de protección: uno detrás de ella, el otro junto a una ventana que daba sobre la plaza. Un hombre de traje se presentó como Erick Foronda, secretario privado de Áñez. Cuando señalé que me parecía conocido, declaró con afectada seriedad: ‘Debe ser porque soy agente de la CIA’”.
Foronda, que admitió ser agente de espionaje de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), aunque dijo a otro medio que su admisión se trató de una broma, fue pieza clave en el régimen de Áñez, según recordó la exministra Lizárraga, quien reveló el lunes, en el programa Encontrados, que Arturo Murillo fue quien trajo a Foronda al Gobierno.
“Inmediatamente (Murillo) contrató a un periodista boliviano que radicaba en el extranjero, el señor Érick Foronda, para tratar de hacer un Ministerio paralelo, de Comunicación. Murillo lo lleva a Érick Foronda a que él se haga cargo de la Presidenta y de todo el entorno, que se haga cargo de todo lo que tenía que pasar en el Ministerio de Comunicación”, relató.
“Trabajaba muy de cerca Érick Foronda con la señora Carola Landívar, no recuerdo bien su nombre, es la senadora suplente de Óscar Ortíz. Entonces, Murillo controlaba a estas dos personas y decidía quiénes iban a ingresar donde Jeanine Áñez, quiénes iban a conversar, quiénes podían tener acceso a ella. Yo tuve contactos con Jeanine Áñez, los tengo registrados en el teléfono, vía WhatsApp, y con otra gente”, dijo en un tono que sonó a amenaza.
“¿Quiénes cercaron a la Presidenta?, (…) habían dos líneas: esta línea de Murillo, Foronda, la señora Landívar, en ese momento era también muy cercano Óscar Ortiz, (que) estaba más en Palacio de Gobierno, en el despacho de la Presidenta que en la misma Asamblea Legislativa”, agregó.
La otra línea estaba conformada por “los benianos”, entre los cuales estaban Yerko Núñez, Álvaro Coimbra y otros, dijo Lizárraga.
Ella señaló que Murillo presionó a varios ministros, insistió en conformar un Ministerio de Comunicación paralelo con ayuda de Foronda quien “se hizo presente en mi despacho para decirme que, por órdenes de Arturo Murillo, yo tenía que desembolsar una cantidad de dinero para que se haga una encuesta, un estudio sobre Jeanine Áñez candidata. Entonces yo le dije al señor Foronda que, ‘para empezar, Murillo no era mi jefe, que del Ministerio de Comunicación no iba a salir ni un solo peso’”.
Foronda respondió que era una instrucción de la Presidencia, ante lo cual Lizárraga retrucó: “Muy bien, entonces que saquen (el dinero) de la Presidencia, pero yo no firmo ni un solo cheque para que se pague esto. No sale”.
“Vino más tarde y me dijo, ‘bueno, sí, hemos hablado’ y me preguntó cuáles deberían ser las preguntas que deberían ir, ‘ya no vamos a hacer un estudio para Jeanine candidata, sino, como usted manifiesta, que se haga un estudio sobre el gobierno de transición’. Entonces, yo le digo ‘no, o sea Érick, no me hagas perder el tiempo a mí ni pierdas el tiempo tampoco tú. Sabemos que tú lo estás disfrazando. Todo esto ya está conversado, no me interesa de dónde saldrá la plata, pero de acá no va a salir y no perdamos tiempo (…) y comenzó a desvirtuarse todo este proceso”.
Lizárraga relató que la jerarquía de la Iglesia Católica le solicitó una entrevista con Áñez, pero con la condición de que no estuviese en el encuentro Érick Foronda.
El rol de Foronda también salió a la luz cuando, siendo secretario privado de Áñez, el 1 de abril de 2020, lanzó amenazas públicas: “Van por ti Maduro. No tendrás escapatoria. Y el siguiente es @evoespueblo Evo se acabaron tus días de conspiración. Delincuente (sic)”, escribió e incluyó un link a una página de la Casa Blanca.
Durante sus más de dos décadas como asesor de la Embajada de EEUU en Bolivia, Foronda se convirtió en el puente y contacto requerido por los funcionarios estadounidenses asentados en el país.
Una vez radicado en EEUU, Foronda fue testigo y estratega cercano a Carlos Sánchez Berzaín y Gonzalo Sánchez de Lozada, ambos acusados por la masacre de octubre de 2003.
Foronda envió varias notas desde su privilegiado sitio sobre el juicio a ambos personajes.
Fuente: ABI